La Foto - El Muelle de las Hierbas, en Gante

Agosto. 28 grados. Ese momento de la jornada en el que ya es casi de noche, pero todavía queda una brizna del último sol de la tarde. Una jarra de cerveza helada; belga, por supuesto; rubia o tostada, da igual. El cuerpo cansado, después de patear todo el día esta magnífica ciudad.

Ante nosotros, del otro lado del río, el Graslei, el Muelle de las Hierbas y sus casas gremiales, ya iluminadas: la de los barqueros, la de los recaudadores de impuestos, la de los recolectores de grano o la de la Aduana. Todas de entre los siglos XIII y XVII. Detrás de ellas, asoma la iglesia de San Nicolás. Al fondo, el puente de San Miguel (Sint-Michielshelling), desde el que se contemplan las Tres Torres de Gante. Las barcas, en el agua, descansan del ajetreo diario con los turistas. Estos, en las terrazas, dan cuenta de los moules frites ante de irse a dormir con su europeo horario.

En estas circunstancias, sólo una cosa justifica interrumpir la degustación de la cerveza y la contemplación de tanta belleza: tomar el trípode, situarlo en el Hooiard, componer con la cámara e inmortalizar el momento. La Foto.

Comentarios

  1. Igual te interesa la convocatoria de la I Reunión Gallega de Blogogastrónomos que acabo de poner en mi blog

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