El menú Peliqueiro del Chef Rivera y su majestad la lamprea

Así que a eso de las dos y media de la tarde - tras los vinos de rigor - saludábamos al Chef, a la entrada del local, Makeijan, Moraiminha, el Gourmet, Gago y los Foucellas.

Llegaba con cierto temor al evento, porque una comida a base de cuatro platos de lamprea como que infunde algún respeto. Pero el menú está muy bien construido: las raciones están medidas para poder llegar tranquilamente al postre y, sobre todo, la presencia de la lamprea va in crescendo, casi imperceptible al principio, plenamente presente al final.

Tras un chupito de vichysoisse para entrar en acción, arrancamos con unas croquetas mal hechas - lo decía el menú, no yo: irregulares y con un rebozado rudo -, suaves pero no especialmente destacables.

El risotto caldoso de lamprea fue otro cantar. Arroz basmati no tan caldoso, con verduras y pequeños fragmentos del bicho. Estupendo, con el sabor bien presente pero dócil en el paladar.

El tercero fue, para mí, el gran triunfador de la velada. Una ensalada de lamprea al espeto con verduras asadas, en la que los pimientos, la vinagreta, el foie rallado virtualmente desaparecen ante su majestad: pequeños filetes de lamprea marinada desde la víspera y apenas marcados en la plancha. Una textura absolutamente sorprendente, de lo más sorprendente que he tomado.

Para rematar, la tradicional preparación a la bordelesa. Dicen los entendidos que no es la mejor que se puede encontrar, pero ahí estaba: tierna y sabrosa.

El postre estuvo a la altura: un sorbete de manzana ácida sobre bizcocho de chocolate y compota, muy fresco y contrapunto ideal para cerrar la comida. Como a la altura estuvieron los vinos - un Somontano primero, Marboré 2003, y un Ribera del Duero después, Aván Concentración 2003; la carta de tintos gallegos desmerecía, y mucho, al Peliqueiro - y el Oporto que tomamos con el café. Los petit fours que sirvieron con éste - una teja de almendra presentada sobre un vinilo - eran más interesantes en lo visual que en lo gastronómico.

Toda una experiencia, vaya. De las que habrá que repetir en años venideros.

[El menú Peliqueiro está en 52 €, que con los vinos se nos fue un poco por encima de los 60 €.]

Así lo vieron: el Gourmet, Makeijan y Gago.