La Ribeira Sacra lucense

Cuando algún compañero o amigo de fuera me pide consejo para visitar Galicia, le sorprende bastante que uno de los primeros lugares que cito no esté en una ría o no sea una estupenda y desierta playa. Extraña que me refiera a un poco conocido paraje entre las provincias de Lugo y Ourense, de nombre evocador. Todos, sin excepción, terminan agradeciéndome que les haya recomendado visitar la Ribeira Sacra.


Debo decir que, hasta la fecha, la margen ourensana había sido el destino de todas mis visitas. La Ribeira Sacra ourensana es piedra y es altura. Es el majestuoso Santo Estevo de Ribas de Sil y su vecina Santa Cristina; es el peculiar San Pedro de Rocas; son los impresionantes miradores sobre los cañones del Sil, cañones de piedra - casi quinientos metros de escarpada caída - que se pueden admirar desde los balcones de Madrid o desde Cabezoás.


La Ribeira Sacra lucense es otro planeta distinto. Es agua y es vino. La orientación sur en el Sil y la bonanza climatológica en el Miño dan lugar a la viticultura heroica de la D.O. Ribeira Sacra, seguramente una de las más pujantes de España (y no lo digo yo). Descendiendo por las sinuosas carreteras o a orillas de los anchos cauces de ambos ríos, no cabe sino entusiasmarse con bancales y costeiras, exuberantes de mencía si, como en mi caso, la visita tiene lugar a finales de agosto.


En el Miño, me quedo con las vistas que procura la carretera que, desde Chantada, serpentea ladera abajo hasta Belesar [ubicación]. Desde el embarcadero del catamarán, en dirección sur, el camino acompaña al río y descubre preciosos lugares como el pintoresco pueblo de Pincelos o la playa fluvial da Coba; hacia el norte, la carretera conduce a Santo Estevo de Ribas de Miño (cerrado, cómo no, dejando con un palmo de narices a dos docenas de visitantes) y al propio embalse de Belesar.


Belesar


Pincelo


Santo Estevo de Ribas de Miño

En el Sil, el concello de Sober acoge las rutas más espectaculares. Como el descenso desde Doade hasta el embarcadero del mismo nombre [ubicación], puro vértigo las costeiras de esa zona; o la ruta de los miradores que recorre el mágico terruño de Amandi (O Cotarro, Santuario de Cadeiras, Os Chelos); o, por supuesto, las visitas a las bodegas de la zona.


En fin, hay mucho más. Pero creo que ya llega para que os animéis a conocerla o a repetir, ¿no?

[Una recomendación para alojarse: Casa do Romualdo]

Comentarios

  1. Dentro de la provincia de Lugo recomiendo el Mesón de Crecente. Situado en la parroquia de San Pedro de Mera (Ayto Lugo) su especialidad son los pollos tomateros, guisados en cazuela de barro durante más de tres horas, realmente extraordinarios (pesados). Se puede comenzar con un caldo o sopa y un poco de jamón, queso y chorizo delicioso. Para acabar es innegociable el flan casero, si bien el queso con membrillo está muy rico. El entorno es nuy rural y el comedor rústico invita a una buena tertulia. Servicio familiar muy correcto y agradable.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. recomendación para alojarse junto a la iglesia Santo Estevo de Ribas de Miño -----Casa Santo Estevo

    www.ribeirasacra.com

    ResponderEliminar
  3. De lo mejor de Galicia, desde luego. Hace años en Tenerife visitamos los Gigantes, algo espectacular, según los tiñerfeños, pero es que no han visto la inmesidad de los cañones del Sil o el Miño! Volviendo a la Ribeira Sacra, recomiendo para comer la Rectoral de Castillón, en la carretera de Sober, el lugar: una rectoral, imagínate! y la comida, de casa con un toque innovador y muy buena.

    ResponderEliminar
Deixa o teu comentario...

Arquivo

Formulario de contacto

Enviar