Restaurante O Fragón (Fisterra): gran cocina en el fin del mundo

Hay que tener mucho amor por la cocina y la restauración para nadar contra corriente en una villa marinera y turística como Fisterra. Lo fácil es apostar por uno más de esos cientos de locales con la oferta de toda la vida. Pero hay quien prefiere trabajar una oferta basada en el producto del día, en ese mar cuyas olas rompen a pocos metros y que permite renovar la despensa permanentemente. Quien defiende una carta corta y muy cambiante, que refleja las estaciones y la dinámica del mercado. Quien opta por reducir su capacidad a cinco o seis mesas, de modo que el servicio esté a la altura de la propuesta. Quien se preocupa por disponer de una bodega con las mejores referencias de la tierra. Con esta filosofía, son ya diez años los que lleva O Fragón funcionando junto a la playa de la Ribeira; y, por fin, hoy lo hemos visitado.

Como estábamos con los pantagrueliños, en lugar de pedir el menú degustación nos construimos uno más corto pero representativo de la oferta del día a partir de varias de las referencias de las carta. Todo producto del mar, como debe ser en un lugar como éste.

Arrancamos con unos longueiróns pasados apenas veinte segundos por la sartén y aliñados con una mezcla de aceites de oliva (13 €). Son piezas pequeñas, las preferidas de la cocina del Fragón, y doy fe de que estaban carnosas y jugosas. Muy similar la preparación de las almejas - en esta ocasión de apreciable tamaño -, de nuevo poco más que abiertas y aliñadas con la mezcla de aceites y un toque de balsámico (15 €). ¿Para qué complicarse más con esta materia prima? (Almejas que sólo desde hace poco más de un año se pueden extraer de las arenas fisterrás, concretamente de Praia Langosteira, vecinas de los longueiróns)

Estaba excelente, en su punto preciso de cocción, la merluza del pincho (16 €), acompañada por una deliciosa crema de coliflor - preparada con patata y nata -, una ligerísima ajada y un par de tiras de pimiento verde. La lubina salvaje a la parrilla (22 €) venía también en un punto espléndido, en este caso con unas verduras pochadas, patata cocida y de nuevo el toque de aceite, casi una donostiarra sutilísima.

Tanto mar necesitaba un acompañante a la altura. Y optamos por el Albariño Pedralonga (18,50 €), el vino del año, untuoso y cítrico, de una bodega que hace pequeñas maravillas en el Umia. Si os acercáis al Fragón paseaos por la zona de las botellas, al fondo. Allí están José Luis Mateo, Fernando Algueira, Luis Anxo Rodríguez, Xosé Lois Sebio, Rodrigo Méndez, José Meréns... los más grandes. ¡Da gusto!

Compartimos un postre, un notable cremoso de chocolate blanco (4 €), que durante el café se vio complementado por ricos petit fours: una mousse de chocolate valrhona con café de pota y un digestivo de limón.

Como habréis notado, contra mi costumbre de dar el precio por persona según la cuenta, en esta ocasión, al estar los pantagrueliños y compartir con ellos - pedimos un plato adicional a los antes mencionados -, he preferido indicar los precios individuales. Calculo que la nota con un entrante a compartir, dos principales, postre y vino andará en torno a los 45 euros per capita.

Bueno, creo que a estas alturas no es complicado imaginar la impresión que me llevé de O Fragón. Recomendabilísimo. Y con las maravillas naturales que hay en los alrededores, como la playa de O Rostro, pues como para pasar un día redondo.

[O Fragón / Praza da Cerca, 8 - 981.740429 / Ubicación]

Comentarios

  1. Buenííísima pinta tiene todo! Hay que probarlo sin duda.....esas navajas y esas almejas "levanme a vida" como decís por aquí... :-)

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