Sobrevolando un mar de nubes en el Cerro el Roble

Domingo por la mañana, temprano. Santiago, en pleno invierno, está totalmente cubierto, gris, pesado, desapacible, frío, triste. Nada hace pensar que apenas 50 kilómetros más al norte la carretera se elevará sobre las nubes para ofrecer un estupendo trekking, espectaculares vistas sobrevolando un mar de algodón.

En el Km 54 de la Ruta 5 Norte está la salida al pequeño pueblo de Rungue. Desde allí, una estrecha carretera asciende serpenteante durante unos 15 kilómetros hasta Caleu. Apenas superado el pueblo, a la derecha, la caseta del guarda (2.000 pesos por persona para acceder) marca el inicio del camino de tierra que conduce a la cima del Cerro El Roble. Son diez kilómetros de ascenso, la mitad de los cuales se puede hacer en auto hasta el último de los estacionamientos.



El Cerro el Roble se eleva hasta los 2.200 metros justo en la línea en la que se unen la región metropolitana y la V Región. Le caracterizan dos aspectos por encima de todo. En primer lugar, los robles que le dan nombre, los que conforman un grandioso espectáculo rojizo en el otoño. En segundo, unas espectaculares vistas: sobre los Andes, Aconcagua incluido, majestuosos bajo la nieve en invierno; y sobre la V Región, sobre Olmué y Limache y el Parque La Campana. Salvo que...

...salvo que coincida un día de mar de nubes. En ese caso, la V Región desaparece y apenas los cerros más altos enseñan su cima por encima del océano blanco. Y eso es algo que nadie debería perderse...

(Información adicional en Wikiexplora)

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