No pensaba hacerlo...

pero el cuerpo me lo pide. El pasado jueves estuvimos cenando una vez más en el Alborada, y no puedo resistirme a comentarlo aquí.

La pasada Xantanza en La Estación tuvo su influencia a la hora de escoger los platos. De hecho, el primero fue unas sardinas a la plancha con pimientos de Padrón, servidas sobre un lecho de lentejas y tomate confitado; muy buenas, aunque me quedo con la versión marinada de Crujeiras.

Para los principales, por un lado los ya míticos huevos rotos con cigalas y patatas. Por otro - de nuevo influencia xantanceira -, fuera de la carta se ofrecía bonito del norte: a la plancha, en su punto justo, cocinado por fuera y prácticamente crudo en el centro, acompañado por cebolla en tempura y salsa de tomate y pimientos. Sencillamente perfecto. El vino: un Valdamor 2005, casi la única posibilidad en botella de medio litro, que no estuvo a la altura de la comida.

Para los postres, otro clásico: la tarta de manzana caliente con helado de frutos rojos; en mi caso, milhoja caramelizada con helado de chocolate y de avellana. Acompañando, un moscatel Emilín de Lustau.

Una vez más, excelente cena en un gran marco. [Casi matemáticamente, se repite el precio en cada visita: 42 € por persona]

Comentarios

  1. ¡¡Ole!!

    Sinto non poder escribir nada máis complexo, pero a envexa me corroe tanto que non son capaz de matinar nada.

    ;-)

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