Como sólo somos dos, pedimos tres raciones - en general abundantes - para ir tomando una tras otra. Los huevos mantecados llegan junto con el bollo de pan caliente. Son como una tortilla sin cuajar: patatas pochadas, dulce y tierna cebolla, pimientos y del huevo solo la yema. Un buen arranque.
Luego llega la pota de berberechos gigantes, tamaño almeja, originarios de Escocia según la carta-iPad. Están cocinados en el exacto punto que a mí me gustan, a muchos hay que meterles el cuchillo para terminar de abrirlos; así hechos, manifiestan toda su textura en la boca. Lástima que esta variedad no tenga un sabor tan intenso como los habituales del país.
Los tacos de buey salteados con mostaza están sabrosos y bien de punto, pese a que nadie nos preguntó por el que queríamos. Pero mi preferencia personal con la carne, cuando es buena, es que se sirva al estilo Flavio: tan simple como la carne presentada casi sola, con su guarnición - patatas, verduras asadas, una confitura - en un plano totalmente secundario. Obviamente, como se aprecia en la foto, no fue éste el caso.
Un par de postres para cerrar: flan de orujo con caramelo de aguardiente - bien de sabor pero un tanto mazacote - y la siempre resultona fondue de chocolate con frutas. Luego, un par de cafés de pota.
La carta de vinos es muy básica, pero yo diría que muy ajustada de precio. Tomamos un Sierra Cantabria crianza - apenas hay referencias de tintos gallegos, algo que no termino de entender - cobrado a 12,50 €. El servicio, pese a la cantidad de gente, fue rápido y amable.
En fin, si tuviera que clasificar El Mercado diría que es un sitio de "alto picoteo", permítaseme la expresión. No es un restaurante; más bien un lugar pensado para quedar entre amigos y cenar/comer a base de raciones - que, eso sí, por variedad y calidad se sitúan bastante por encima de las del lugar medio - en un ambiente informal. Nuestra cena salió a 28 euros por persona; seguramente, en grupos más grandes, la cuenta se quede por debajo de los veinticinco.
Como última nota, no he terminado de ver lo de la "cocina de mercado" ni la justificación del iPad como carta. Las opciones que se nos presentaron en nuestra dos visitas - un festivo al mediodía y un viernes en la noche - eran muy, muy parecidas; además, la gran concurrencia en el local impide trabajar sobre pedidos limitados. Marketing, supongo.
[El Mercado / Costa da Lonxa, 18 - O Burgo, Culleredo / 881.923229 / Ubicación]
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