V Xantanza de Blogastrónomos: una xantanza de autor en tierra de lampreas

Si hasta la fecha las xantanzas habían supuesto visitas a la vanguardia gastronómica gallega, esta quinta - celebrada ya hace unas semanas - fue un viaje a lo más tradicional. No sólo en lo culinario - esa lamprea del Ulla en su temporada - sino incluso también en tanto celebración: claramente, esta vez la componente festeira - cantatas post-comida y gin-tonic vespertino incluidos - se impuso a la gastronómica. Y, además, por primera vez una xantanza se celebra en los dominios de uno (en este caso dos) de los blogastrónomos: César y Chus ejercieron de perfectos anfitriones y lo organizaron todo para que en Catoira nos sintiéramos como en nuestra casa.

La velada comenzó en la Taberna Vikinga. Mientras esperábamos a que llegara todo el mundo, acompañamos el vino con las tapas de la casa: champiñones, carne asada y raxo. Y como jugábamos en casa, pudimos darnos una vuelta por la cocina para contemplar una maravilla de la naturaleza: el rape de la foto, ¡de 27 kilos de peso! Que yo no hubiera visto nada parecido en mi vida puede considerarse hasta normal, pero que no lo hubiera hecho algún talludito paisano que pasó por allí a verlo deja claro lo extraordinario del bicho.

Camino del restaurante, la hospitalidad catoirana no nos dejó otra opción que parar en el Mesón A Rúa, donde fuimos invitados a un ribeiro cosechero, convenientemente acompañado por una generosa fuente de mejillones al vapor de tamaño y consistencia apreciables y por empanada. De calentamiento para la comida íbamos servidos.

Llegamos por fin a Casa Emilio [Pza Doctor José R. Vázquez 1 / 986.546013 / ubicación en Tagzania], junto a la estación del tren. Casa de comidas de las de toda la vida - las paredes blancas, austeras; las ventanas, altísimas, enmarcadas en piedra y con contras de madera -, el bullicio reina en el comedor abarrotado: somos prácticamente los últimos en llegar. Sin más demora, el menú pactado va llegando a la mesa: primero, el salpicón de marisco; después, las fuentes de cigalas a la plancha, riquísimas. El vino blanco es un Martín Códax.

Y, por fin, llega el momento más esperado: los blogastrónomos se disponen a dar cuenta de una lamprea del Ulla en plena temporada. He de confesar, además, que este blogastrónomo - y su blogastrónoma consorte - era virgen en estas lides, por lo que la expectación era máxima.

La mesa vacía, tras retirar fuentes y platos: sólo unas migas de pan. Un momento de espera tensa. La llegada de los camareros con tres fuentes de barro y el bicho dentro. Preparado, dicen los que saben, a la manera tradicional, a la bordelesa, con una espesa salsa a la que contribuye la propia sangre de la lamprea. Los acompañantes, en platos aparte, son arroz en blanco y pan frito.

Tengo que reconocer que me sorprendió el resultado. Lo justo es decir que me encantó la lamprea; y también que me sació. Es un pescado (no sé si es el término correcto) increíblemente intenso, potente: cada bocado hay que trabajarlo bien. El Protos crianza apenas podía competir por la atención del paladar. Repetí, pero no sé si por la falta de costumbre, fui el único de mi zona que no pudo con la segunda tanda. En fin, que si todavía no habéis probado la lamprea, no dudéis y apuntadlo en vuestra agenda para el inicio del 2009. Y Casa Emilio es un buen lugar para debutar.

Superada la cumbre del día, nos dimos al solaz y a la relajación. Sesión de karaoke sin levantarnos de la mesa y, aprovechando esa especie de bula que tenemos para que las xantanzas se celebren siempre con un clima primaveral, sea cual sea su fecha, gin-tonics en las terrazas del paseo marítimo de Carril. A las siete de la tarde de un mes de febrero, allí estábamos, disfrutando al aire libre en la orilla del mar del final de una magnífica jornada en inmejorable compañía. César capturó el momento en esta foto. ¡Hasta la sexta!

Aquí os quedan las crónicas de los demás blogastrónomos:

Comentarios

  1. A lamprea non é un peixe, é un ciclóstomo. E a terra das lampreas é Arbo!!!

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  2. Bueno, non vou discutir o do ciclóstomo.
    Pero coñezo a máis de un catoirán que como mínimo pelexaría que a terra das lampresa tamén é a do Ulla.

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