Fachenda y machanga
La estrategia del restaurante es bien sencilla: parrilla y horno de leña con pescados frescos de la zona, todo aderezado con preparaciones e ingredientes de las islas, como el gofio, la ropa vieja, los berros o las batatas. En estos términos, el primero fue un buen ejemplar de choco a la brasa, acompañado por sus papas y un ali-oli inmejorable. De segundo, compartimos una parrillada de pescado, que incluía dorada, cherne y algún otro pez de roca que no pude identificar. Simplemente, correcta.
Los postres sí eran de sabor canario. Nos falló el huevo mole, que se había terminado, pero nos tomamos una fachenda majorera - dulcísimo, a base de leche, huevos, almendras y azúcar - y leche machanga, similar a las natillas, también dulzona. Ambos estaban estupendos.
Para acompañar, nos atrevimos con un vino de Lanzarote: un Bermejo Malvasía seco, muy afrutado pero rico. Un descubrimiento, en mi opinión.
Pues por todo lo anterior - a lo que se añade un trío de chalchaleros que amenizaba la velada entre las mesas - pagamos 72 euros. La Casa Vieja no es para tirar cohetes, pero sí una alternativa para conocer la cocina canaria más básica en un entorno totalmente orientado al turismo foráneo.
[Por cierto. Me llamó poderosamente la atención ver en la carta de vinos, bajo el epigrafe "D.O. Galicia" una botella de la conocida marca "Albariño" por 21,50 €]
Conozco esa marca, es bastante buena, pero 21.50 € me parece un poco caro. ;-)
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