House, la casa del vino en Casablanca

La gran recta tras el peaje de la Ruta 68, poco antes de llegar a Casablanca, ofrece cada vez más atractivos para los amantes del buen comer y beber. Uno de los más reseñables es House, la casa del vino del Grupo Belén - con su enseña Morandé a la cabeza -, al mismo tiempo tienda, bodega, restaurante y lugar de esparcimiento para grupos y familias.

La tienda de House ofrece el vino de las diferentes bodegas del grupo a precios magníficos (por ejemplo, los Edición Limitada de Morandé a 9.100 pesos), además del aceite de oliva Ízaro que también producen y otros productos gourmet. Da gusto pasearse por ella.

Junto a la tienda, la pequeña bodega donde se elabora Tirazis, una syrah de limitada producción - creo recordar que me dijeron 1.000 cajas, número excepcionalmente reducido en Chile - proveniente de viñedos en el propio valle.

La arquitectura del edificio - el alto techo curvado, la cristalera hasta el suelo - proporciona al restaurante un espacio amplio y muy luminoso, pero cálido al tiempo. Junto a él, la terraza se abre hacia el jardín y los viñedos, proporcionando un lugar agradabilísimo en el que comer - con visión directa sobre el lugar reservado a los juegos de los niños, algo muy de agradecer - y por el que luego pasear si el tiempo acompaña, como fue nuestro caso.

El restaurante de House ofrece un menú degustación de cuatro platos y postre maridado con sus respectivos cinco vinos por 23.900 pesos (40 euros). Sin embargo, como íbamos un par de familias con niños, optamos por elegir a la carta.

En general, la cocina de House me pareció de buena factura, pero lejos de una experiencia sorprendente o emocionante. El mejor nivel lo vivimos con los entrantes: el notable lomo de atún quemado a fuego ($7.200), cremoso de hongo y puré de mango; y el no menos notable tartar de salmón ($6.700) con carne de jaiba, el mejor plato de la tarde.

Como platos de fondo pedimos varias carnes que compartimos, todas ellas muy logradas de sabor y acompañadas de manera solvente, aunque el punto de cocción no era el más adecuado. Con excepción de la entraña ($9.900), que sí llegó rosada y con buena textura, reforzada por un puré de porotos al bacon. Por su parte, el cordero magallánico ($12.500) se sirve con cebolla caramelizada y papas rellenas, mientras el solomillo de cerdo ($8.900) relleno - muy seco - llegaba con una excelente guarnición de zapallo italiano - calabacín - y tomate. También pedimos el risotto negro ($9.900) con camarones, ostiones y calamares al ajillo, pero no llegué a probarlo.

Para los postres, compartimos entre los cuatro adultos una degustación ($11.200) que incluía un semilíquido de chocolate, crujiente de nueces con manjar, creme brulee de pistacho, strudell de pera y helados artesanales.

Por supuesto, no podía faltar el vino. Acompañamos las carnes con una botella del magnífico Morandé Carignan Edición Limitada (al inmejorable precio de $11.000) y, a los postres, yo probé una copa del delicioso Golden Harvest, el cosecha tardía de sauvignon blanc que elabora la bodega. En total, con los menús de los niños, los aperitivos y los cafés, salimos a 55.000 pesos (90 euros) cada familia.

Como conclusión, la casa del vino es una buena opción para el comer y una excelente alternativa para el beber y el relajarse a menos de una hora de Santiago.

[House Casa del Vino / Ruta 68 Km 61 - Casablanca / Ubicación]

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