Taberna Os Belés (A Coruña): sobreviviendo al ladrillo

La Avenida de Monelos, en A Coruña, es una empinada vía de dos carriles de circulación en cada sentido, orlada de mamotretos de hormigón de ocho y diez pisos a uno y otro lado. Pero como dice el clásico, "¿toda? ¡no!" Al inicio de la misma, resiste una pequeña casita de bajo y planta, de un azul intenso y con flores de colores pintadas en las cortinas. Y, en su interior, la Taberna Os Belés.

Llevaba como veinte años sin pasar por Os Belés [Avda de Monelos, 17 / Ver en Tagzania]. Cuando era niño, vivía por el barrio, y mis padres no perdonaban el vino de los sábados, apretujados entre otros muchos parroquianos que se daban cita en la pequeña tasca, con César ya al frente. Hace unos meses, orgullosa, la taberna acaba de cumplir sus 50 años dando guerra.

En este fugaz regreso de hace unos días, econtré Os Belés tal como estaba. El suelo de cemento ennegrecido, quizás por los años, quizás porque echa de menos el serrín coronándolo; las paredes de yeso blanco repletas de fotografías de César con todo tipo de compañías y de carteles de Os Peteras; las pequeñas ventanas al ras de la calle, filtrando la gris luz del día lluvioso y mostrando las ruedas de los coches que, fuera, pasan siempre con prisa; al fondo, la puerta al patio y a la viña de las noches de verano.

Detrás de la barra, ahí sigue César: la barba igual de blanca, el pelo cada vez más; en los ojos, el paso de los años y las ganas de cantar.

En Os Belés hay todo tipo de vinos, desde el ribeiro de la taza hasta botellas bastante valiosas, que indican que no por ser taberna no se puede disfrutar de un buen vino. Con éste o con la caña, la tapa cortesía de la casa. Los sábados y los domingos se puede elegir, y no entre cualquier cosa: callos o guiso de sepia, en esta última visita.

Qué más se quiere por un euro cincuenta: una caña fresca, una rica tapa y la posibilidad de sentir cincuenta años de historia.

(Mucho mejor que yo lo cuenta Xosé M. Pereiro en elpais.com)


(Ah, y las fotos son con el móvil, que uno no siempre lleva la cámara encima, para su desgracia)

Comentarios

  1. Manoel:
    Es una maravilla que sigan existiendo sitios así.
    En Vigo, tenemos la taberna "joaquín", que deberá llevar abierta mas o menos el mismo tiempo.
    La decoración, sigue igual que siempre y al entrar, parece que el tiempo se ha detenido.
    Cuando pase por la Coruña, trataré de pasar por ella.

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  2. Es una alegría el entrar en Os Belés un viernes y escuchar a esos pedazo de artistas que están cantando...

    Notas como te tratan con cariño e incluso te piden que cantes, como me hicieron a mi...

    Os recomiendo que vayais allí porque es digno de tomar unas copas.

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  3. No me atrevía yo a escribir lo de las "jam sessions" folclóricas de los viernes, porque me sonaba más a mito que a otra cosa.

    Pero visto que hay testigos directos recientes, no me va a quedar otra que pasar por allí a vivirlo personalmente ;-)

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  4. Es cierto, Manoel, yo estuve el viernes pasado y hay una fiesta tremenda. Como dicen ellos "canciones de ayer de hoy y de siempre" con un ambiente muy participativo. Para gente ya entrada en los 40 es perfecto, aunque había desde 20 hasta sexagenarios. Una buena opción para después de cenar.

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  5. Tronkitto: aunque aún me queda un poco para los cuarenta, ;-), seguro que el ambiente es de lo más apetecible. Habrá que ver cómo empaquetar a los pantagrueliños para pasarnos por allí.

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  6. Juan o fillo do carpinteiro16 enero, 2010 22:54

    Hace algunos meses me asomé a una de las webs que hablaba de Os Beles, desde los recuerdos de un "chaval" de 55 años,. asíduo de las sesiones de 4 a 6 del cine monelos, alumno del colegio de los molinos, nacido en La Camposa, recuerdo aquellos domingos que iba con mi padre a Os Beles. Los abatares de la vida hicieron que recalara en otra cuidad, en otra provincia e incluso en otra comunidad, pero se lleva dentro, esté donde esté miro a mi depor, miro a mi monelos y miro con nostalgia lo único que queda en píe de aquellas paradas fijas, Pinar del Rio, Liceo de Artesanos, y Os Beles, sin olvidarme de aquella tienda El Piruli, o la famosa sala Saratoga. Gracias por seguir existiendo por que de alguna forma es testigo de mi infancia en la que corria por monelos arriba y abajo o me mojaba en el rio antes de ser canalizado.

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  7. la despedida de barreiros cuando se marcho fuera españa, seria sobre 1962-1963-buena cena en el patio,y mejor trompa cheche-pololo,su hermano juan-el baterias,barrigas,feliño etc,etc buenos recuerdos ,la botella de vino que nos invito el padre de barrigas-MAZAROCO,Y la de ponche del PELUQUERO,DANIEL no he vuelto a catar,el ponche--UN FUERTE ABRAZO PARA TODOS-EMILIO SANCHEZ--FELIÑO---

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