En la calle San Marcos, el bar del mismo nombre [ver ubicación] estaba abarrotado de gente, apiñada alrededor de la barra. Pedimos nuestro corto de cerveza y nos ofrecieron los pinchos: tortilla, guiso de chipirones, cocido. No nos equivocamos eligiendo este último: su generosa cazuelita de barro, con las habas, el lacón, el chorizo, la verdura, la oreja. Asombroso. ¡Y todo por un euro!
Os recuerdo, para los que no frecuentéis la zona, que fenómenos similares han sido observados en Sada, no muy lejos de Coruña.
Habrá que apuntarse la dirección... Eso del pincho de cocido merece probarse.
ResponderEliminarPero que ganas me están entrando de pasar de novo por Lugo...
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