La tapa, por dos euros, se presenta en un cuenco cuadrado, blanco, en el que destaca el rojo intenso de la pareja de pimientos, presentada boca abajo. Sobre la crema de castañas, tibia, hay espolvoreadas semillas de sésamo. Al partir los pimientos, el olor característico de los grelos se hace presente, al tiempo que se desparraman sobre el puré. El conjunto es inteligente, con dos sabores muy intensos - pimientos, grelos - y el contrapunto de la suave castaña, quizás demasiado presente.
En conjunto, una tapa notable, aunque mucho más invernal que veraniega. Su precio es de dos euros. Y el local - tipo bistro, recoleto y con apenas media docena de mesas - sugerente para volver a cenar en no mucho tiempo. Enlazo la nota de Catalia.
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