Elegancia clásica en el Europeo (Vitacura)

Por una de esas razones sin razón aparente, he tardado más de un año en visitar una de las referencias gastronómicas de Santiago, a mi llegada de la mano de Carlos Meyer y desde hace unos cuantos meses al ritmo que marca Francisco Mandiola.

El Europeo es un gran clásico y ésa es la sensación que transmite desde que pones el pie en él. Un lugar elegante, sofisticado, orientado a un público acorde a estos parámetros y a la zona en la que está ubicado. Parejas y grupos de mediana edad casi llenaban el salón, atendidos por un servicio pulcro y un tanto acartonado.

Al ser nuestra primera vez, optamos por el menú degustación con maridaje para hacernos una idea de la cocina de Mandiola. Parte éste con un trío de ceviches, que en nuestro caso fueron únicamente dos (no había ostra disponible). Me quedo con el de erizo, muy bien matizado su sabor; en el de salmón, lo único novedoso era la presentación que se ve en la foto inicial. Acompañamos ambos con el Corralillo Sauvignon Blanc de Matetic.

Después llegó el que para mí fue el mejor plato de la noche: filete y foie. La carne en su punto exacto, el acompañamiento de verduritas asadas, el foie coronando. Muy bueno. Aunque en su nombre reza "amuse bouche", es un buen bocado en toda regla. En la copa, un blend de cabernet sauvignon, merlot y syrah: el Finis Terrae de Cousiño Macul.

La secuencia del servicio no siguió el típico crescendo que remata en las carnes. Tras el filete, un magnífico sorbete de pepino, menta y yogurt marcó un punto y aparte, un volver a empezar con dos nuevos platos. El primero, una pasta negra hecha en casa rellena de locos, suave como suave es el sabor del molusco. Acompañó bien el chardonnay EQ de Matetic.

Y para cerrar los salados, ese corte tan característico de la cocina chilena. La plateada, en esta ocasión, se presentaba braseada al horno - en su punto de cocción - con guarnición de verduras. Junto con el malbec mendocino de Luigi Bosca, formó un sólido dúo.

El postre - coco, leche y miel - me dejó un tanto indiferente tras la consistencia de la parte salada. No habría venido mal un vino dulce para completar el maridaje.

El precio del menú degustación con maridaje es de 39.500 pesos (algo menos de 60 euros). Sin el vino, la cuenta se reduce a 29.500 pesos. Un precio más que conveniente para el estándar del local.

La cocina de Francisco Mandiola raya a un gran nivel. Es muy sólida, sin fisuras. Por eso, me fui con la sensación de que el menú que tomamos no reflejaba todo su potencial. Quizás por el tipo de público al que se dirige, parece que se guarda algún as en la manga, que se reserva propuestas más audaces, sin duda a su alcance. Es, en cualquier caso, una apuesta segura.

(La última foto está tomada de la web del restaurante)

[Restaurant Europeo / Alonso de Córdova 2417 - Vitacura / Ubicación]

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