Dos italianos coruñeses

Este verano - en julio, en concreto - me acerqué a visitar dos italianos con la idea de reseñarlos aquí. Por unas cosas u otras - vagancia, mayormente -, han pasado cuatro meses hasta que me he animado a poner unas letras. A ver qué me permite la memoria escribir de la Casa d'Italia y del Mambo Italiano.

La Casa d'Italia [Tinajas, 1 / 981.220381 / ver en Tagzania] apenas acoge media docena de mesas en su salón de piedra, en un antiguo edificio de la Ciudad Vieja. Comparte carta y estilo con el cercano Tocco Genovese, junto al puerto deportivo. Por tanto, hablamos de platos abundantes - carpaccios, pizzas, pastas -, que muy bien se pueden tomar en solitario para la cena.

De hecho, el día en cuestión solo tomamos un plato cada uno. Si en mis visitas anteriores había tomado spaghetti vongole - que sigue siendo, para mí, la mejor opción - en esta ocasión me fui por la pizza calzone: espectacular, imponente en su presentación desbordando el plato. Lo mejor de esta pizza, en mi opinión, es el hecho de que la masa, su sabor intenso, se erigía en elemento primordial del plato, muy por encima del clásico relleno (mozzarella, jamón, champiñones). Creo recordar que la lasagna vegetal también fue bien recibida.

De postre, un tiramisú compartido. Con tres birras italianas y un par de cafés, si la memoria no me engaña la cosa se acercó a cincuenta euros. No es barato, no, el restaurante: los platos principales andan en torno a 14-16 €; son abundantes y están muy buenos, pero no dejan de ser pizzas y spaghetti. Aun así, creo que merece la pena acercarse, porque es un italiano distinto a lo habitual.

Cambio de tercio. Nunca habría caído en el Mambo Italiano [Lugar de Palavea, 11 / 881.922030 / ver en Tagzania] si no me lo llega a descubrir el colega blogastrónomo Xesús. Porque no se me habría ocurrido que en Palavea habría un restaurante así.

Relativamente reciente, regentado por un matrimonio llegado de Nueva York, el Mambo es también pequeñito, tampoco pasa de las seis o siete mesas. Su característica principal es el horno de leña en el que se cuecen pastas y pizzas a la vista de los comensales, tras la barra.

La carta es muy reducida. De hecho, nos falló la focaccia de berenjena - creo que era eso; berenjena tenía seguro - y no nos quedó otra que recurrir a una ensalada. Los segundos, por supuesto, fueron sendas deliciosas pizzas al horno de leña. Y para el postre, terminado el tiramisú, compartimos una tarta de limón.

En síntesis, el Mambo Italiano es un pequeño restaurante familiar - con todo lo que ello implica -, que sirve pizza y pastas marcados por el cocido en leña. Los precios son contenidos: si no recuerdo mal, lo nuestro quedó a un trecho de los 30 euros, con cervezas y café.

Comentarios

  1. Manoel:
    No conozco ninguno de los 2 restaurantes que mencionas, pero si tienen el precio algo alto.
    En Vigo, había por lo menos(hace al menos unos años que no voy), una pizzeria llamada "Il Chetto", que estaba en esquina con la calle pizarro, donde he tomado las mejores pizzas de mi vida.
    No volví, porque te vas decantando por comida mas selecta con los años, pero al leerte, vino a mi mente, los recuerdos de mi juventud, donde por pocas "pesetas", nos zambullíamos en un mundo de pizzas espectaculáres.
    Recuerdo, como si aún fuese ayer, la especial "4 quesos"...ummmmm...que rica estaba.
    Ahora, con los años, vamos olvidándonos de esos pequeños placeres de la vida y haces bien en recordárnoslo.
    Alguna vez, me dejo caer en la calle Rosalía de Castro, por un restaurante italiano "la Tagliatella", que no está nada mal, te ofrecen unos panes con aceitunas, cebollas, aceite..que están buenísimos.
    Sus pizzas, lamento decir, que no son como las de Il Chetto. Es una pena.
    Por lo demás, cenas por poco dinero y relación calidad precio, es aceptable.
    También tienes en la acera de enfrente "Il Duomo", tampoco está mal del todo.
    Elena

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  2. Recuerdos de pizzerías en Vigo... Viví varios años allí, durante mi época universitaria, y el Chicote marcó un antes y después en mi vida. No por las pizzas - que estaban bastante buenas, hay que decirlo -, sino por los deliciosos, sabrosos, maravillosos, embriagadores postres a base de dulce de leche.
    ¡¡Esa Tarta Mar del Plata!! Las hacían para llevar, y yo los fines de semana que me volvía a Coruña encargaba una entera - como dos kilos -, de la que dábamos cuenta visto y no visto.
    Sñuf!!!

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  3. Buen sitio el chicote, no me acordabe del.
    Fuí durante muchos años...!que recuerdos!

    ¿no llegaste a conocer Il Cheto?

    Tenian un mata-hambre, que quitaba el hipo.

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  4. El Chicote, quién ha estado en Vigo y no lo conoce.
    maravilloso su Pio Nono y por supuesto sus postres. UMMM!!!!

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  5. Mambo italiano una mierda de sitio la atención cero y la presentación de los platos cero tambien

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