Restaurante Casa do Arxentino (Mera, Oleiros)

Improvisadamente, hoy acabamos comiendo con los pantagrueliños a unos metros de la playa de Mera, tras una larga caminata por el paseo marítimo disfrutando de un fantástico día de otoño (por mucho que los telediarios se empeñen en decir que no para de llover por estos lares). Un edificio de arquitectura popular gallega modernista, precioso tanto en su fachada como en su interior, acoge A Casa do Arxentino tras su reciente recuperación. Pequeño hotel de una estrella en la primera planta y restaurante en la baja.

El comedor se divide en dos zonas: la acogedora sala principal (amarillo estucado en las paredes, vigas de madera en el techo, pizarra en el suelo, pequeñas ventanas de contras azules) y la terraza con arcadas acristalada, que debe de ser una auténtica joya para cenar los días de invierno. Tenéis fotos en la web del restaurante.

Pedimos un par de entrantes para compartir. Unas croquetas de marisco con una bechamel perfecta, sedosa, pero carentes del sabor del mar que se espera; y unos mejillones de Lorbé en escabeche muy notables. Raciones importantes, que dejaron a los pequeños fuera de juego, sin capacidad de afrontar su fritos de pollo para el segundo (es de agradecer que en los restaurantes tengan platos especiales para niños).

El crujiente de rape con queixo da Capela sonaba espectacular en la carta, aunque en el plato perdió fuerza. Se trataba de una pasta brick (o brik, o bric, o como narices se escriba) que envolvía tres medallones de rape y láminas de queso semifundidas. El conjunto no estaba mal, aunque un tanto deslavazado y con el rape sin encontrar su espacio para el protagonismo que debería tener. La ración era inmensa, igual que la del jarrete "ao arxentino", que venía siendo una preparación tradicional aunque sin la efusión de verduras que a mí me gusta para el fondo. La carne, buena de sabor y tierna, no llega a la altura de la propuesta del Comei, Bebei o de la Taberna Pil-Pil.

No nos quedaba espacio para los postres y nos fuimos directos al café. Durante la comida habíamos tomado una caña y dos copas de Castro de Lobarzán mencía. Excluyendo lo correspondiente a los niños y un primero - para una pareja, dado el tamaño de las raciones, un entrante es más que suficiente -, la cosa habría salido por unos 26 euros cabeza; pongamos que con postre se vaya a los 30.

En fin, en una zona como la de Mera, huérfana de propuestas gastronómicas interesantes, A Casa do Arxentino, sin tener una cocina especialmente destacada, configura una propuesta a tener en cuenta y razonablemente atractiva considerando la relación entre calidad, precio, local y ubicación.

[A Casa do Arxentino / Cividanes 9, Mera - Oleiros / 981.648033 / Ubicación]


Comentarios

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Yo cené el sabado, me encantó, todo está bueno, me gusta que haya platos para niños y la carne de croca, insuperable.
    El servicio muy atento.Merece mucho la pena.

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