Fin de semana en el Salnés

El Hotel Louxo de A Toxa (O Grove, Pontevedra, ver en Tagzania) publica unas ofertas realmente interesantes fuera de temporada: por 68 euros + IVA (60+IVA entre semana) tienes una estupenda habitación doble (si reservas con suficiente antelación, te aseguras unas magníficas vistas sobre la Ría de Arousa), un buen desayuno buffet para dos personas y acceso a la piscina climatizada de agua de mar, a la sauna y al baño turco de su área de talasoterapia.

Vista Hotel Louxo Vista Hotel Louxo

Aprovechando la coyuntura y una gentileza de mis papás, nos fuimos dos parejas este fin de semana a disfrutar del Salnés. Además, no falló el veranillo de San Martín: 23 grados todo el día y noches en mangas de camisa casi en el mes de noviembre. ¡Galicia, tierra única!

La cosa arrancó el sábado por la mañana suavecito. Llegada a última hora de la mañana al hotel, maleta a la habitación y hora pedida para la talaso. Una comida a base de raciones en el puerto de Portonovo y un paseíto por las callejuelas Combarro aprovechando la espléndida tarde.

Combarro Combarro

A eso de las seis y media, regreso al hotel: bañador, albornoz, chanclas y a la piscina. Hay que preparar el cuerpo para el maratón pantagruélico que se avecina: tres cuartos de hora de chorros en la piscina, un rato en la sauna y masaje de cuerpo entero.

Por la noche, cena en O Grove: restaurante Beiramar. Base en la materia prima y cocina sin complicaciones: zamburiñas, navajas, lubina y arroz de vieiras. Inmejorable forma de terminar el día.

El domingo, tras el buffet en el hotel, paseíto por la isla al sol mañanero. Sorprende cómo determinadas zonas de A Toxa siguen conservando ese esplendor decadente, a la vez que deprime la no muy abundante pero sí amenazadora presencia de las grúas.

Cogemos el coche y hacemos una parada en la ermita junto a la playa de A Lanzada, para observar desde allí a la mutitud que se lanza, ansiosa, a por los rayos de sol que bañan el extensísimo arenal. Parece agosto.

A Toxa A Lanzada

Seguimos camino a Cambados. Antes de comer, nuevo paseo, esta vez por su casco antiguo: el paseo de la Calzada, el parador, las viejas callejas hasta la Plaza de Fefiñáns, la rúa Hospital. Cómo no, la copa de Albariño para el aperitivo, en la barra de una de las numerosas tabernas: de tapa, ¡migas a la gallega!

La comida tiene lugar en el Yayo Daporta (post monográfico en breve): tempura de mejillones, pulpo laminado, crujiente de maíz, salsa de foie para el solomillo. Es la cocina de autor frente a la materia prima del Beiramar; la inspiración frente a la naturalidad. División de opiniones entre la concurrencia. En todo caso, excelente colofón antes de coger el coche para regresar a casa.

Cambados - Fefiñans Cambados

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