Yayo Daporta (Cambados)

El Yayo Daporta era uno de los restaurantes candidatos para la I Xantanza de Blogastrónomos Gallegos, y como el fin de semana pasado andaba de excursión por el Salnés, mi natural impaciente hizo lo demás: reserva para comer el domingo en el local cambadés.

Así que llegada a Cambados a eso de la una, paseo bajo el sol por el idem de la Calzada, la plaza de Fefiñáns y las callejuelas aledañas y, cómo no, copita de Albariño en cualquiera de las tascas de la zona.

Preparado el cuerpo para el combate, caminamos por las empedradas calles - semidesiertas en el mediodía del domingo - que esperan del otro lado del Concello, mucho menos conocidas que las anteriores. Menos conocidas pese a magníficos edificios como el Hospital Real [Ver en Tagzania], que alberga el resturante, excelente ejemplo de rehabilitación y convivencia de seculares piedras con un moderno concepto interior.

El local, en una primera planta, es luminoso y acogedor. Nos situamos los cuatro en una mesa redonda, amplia, en un rincón al otro extremo de la bodega del local - encerrada en cristal, a la vista de todos los comensales -, dominando la sala.

Tras un vistazo a la breve carta - cinco platos en cada categoría: entrantes, carnes, pescados - abrimos boca con el aperitivo gentileza de la casa - mousse de coliflor con aceite de albahaca, aceitunas negras y café - hasta la llegada de los primeros.

Los mejillones en tempura sobre crujiente de algas y arroz fueron lo primero y lo mejor de la comida. Fantásticos, de verdad. La tempura, impecable, realzaba perfectamente la textura y suavidad del molusco. Muy interesante también el pulpo prensado con setas salteadas y crema de patata al pimentón.

Pulpo prensado

Un pescado y dos carnes fueron las elecciones para los segundos: muy rico el salmonete asado, acompañado de bolas - no se me ocurre un término más técnico, la verdad - de puré de patata encerradas en crujiente de maíz, logradísimo éste. La presa de cerdo ibérico, tiernísima, quizás no necesitara tanta presencia de la reducción de P.X. Equilibrar el peso de la milhoja de tocineta(protagonista) y de la salsa de foie (bastante inadvertida) mejoraría, a mi juicio, la generosa ración de solomillo de ternera gallega.

Presa de cerdo ibérico

Los postres fueron un digno final a una muy buena comida: en su punto los de chocolate - bizcocho líquido e imperial - y sobresaliente la infusión de frutos rojos y helado de queso fresco, culminados con las pequeñas delicatessen de la foto de nuevo por cortesía de la casa.

Gentilezas de postre

En conclusión, por algo más de 30 euros por cabeza (de bebida, una botella de Señoráns y media de Luis Alegre crianza), una muy buena comida que permite adivinar el potencial del restaurante, todavía con margen de mejora.

Y para el que quiera más información, en unas jornadas se celebrará en este restaurante la I Xantanza de Blogastrónomos Gallegos: con seguridad, Yayo Daporta pasará a ser el restaurante más y mejor descrito del planeta.

Comentarios

  1. Pues una vez leido esto aún tengo más ganas de que llegue el día 12. Eso si, siempre que nos acepten la reserva y no se asusten ante tanto blogger con ganas de escribir sobre ellos.

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  2. ¡¡Que verguenza!! Teniendo tan a mano estas imagenes, me acerqué 'Chez Yayo' sin tener ni idea. Agradezco la foto del secreto (¿era secreto?). Tenía ganas de probar la carne... y aunque no la he probado, al menos he visto... Y me ha llenado el ojo.

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