Ortegal (i)

El norte de la provincia de A Coruña - la comarca de Ortegal - es, sin duda, la franja menos explotada turísticamente de la costa gallega. Esto proporciona el privilegio de poder disfrutar sin aglomeraciones - ni siquiera en agosto - de cabos como el agreste Ortegal o su vecina Estaca de Vares; de rías como la de Ortigueira u O Barqueiro; de montañosas sierras como A Capelada o A Faladoira; de pueblecitos marineros como O Barqueiro, Vares o Espasante; de grandes playas semidesiertas como Morouzos y de calas entre acantilados, como Picón. Les iremos echando un vistazo en sucesivos posts.

O Barqueiro Comencemos con una pequeña excursión por la punta de Estaca de Vares, el trozo de tierra más septentrional de la Península Ibérica. Arranca el itinerario en el pequeño puerto de O Barqueiro, apenas un puñado de casitas blancas arracimadas en pendiente sobre la ría del mismo nombre; nada más salir del pueblo rumbo al cabo, a mano derecha, tomamos una carretera que nos lleva a la playa de Vilela, donde podremos disfrutar casi solos de sus cristalinas - y frescas - aguas, ya en el Cantábrico.

Vista desde la terraza de El SemaforoCon el cuerpo renovado, regresamos al Barqueiro y recorremos los siete Km, entre pinos y eucaliptos, que llevan hasta el faro. Desde allí, podremos contemplar sin obstáculos la mole de Ortegal y sus aguillóns. Volvemos atrás y ascendemos hasta el Semáforo de Vares; se trata de un hotel resultante de la restauración de unas viejas instalaciones para la señalización marítima; desde su jardín se domina íntegramente la ría de O Barqueiro. (No conozco las instalaciones, aunque el Gourmet de Provincias sí nos da su opinión)

Descendemos desde el Semáforo hasta el puerto del Coído de Vares, que se dice de origen fenicio. Frente a éste, en forma de media luna, la amplia, espléndida y de nuevo desierta playa de Vares - el acceso está a la entrada de la aldea, a unos trecientos metros hacia la carretera "general"-, donde darnos el segundo chapuzón del día.

Ría de O Barqueiro desde El Semáforo Coído de Vares

Terraza de O Forno Según la hora del día en la que comenzásemos el itinerario y lo largos que fuesen nuestros chapuzones, es posible que sea momento de comer. ¿Y qué dice Pantagruel en estas latitudes? Pues que bajemos al puerto del Barqueiro y nos sentemos en la terraza - salvo que el tiempo no lo permita - de O Forno. Y que degustemos el pulpo bien cocido y alegre de pimentón, el bonito en rollo, las almejas y las restantes criaturas de la ría.

Seguiremos de excursiones por Ortegal en otro momento...

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