Algunas pistas para comer en Oporto

Del reciente - y muy breve - periplo por los restaurantes portuenses, el único que a mi juicio merece un post dedicado es el DOP de Rui Paula: stay tuned. Pero no quería dejar de mencionar otros lugares en los que tuve la oportunidad de comer o cenar, por si os sirve como referencia en una futura visita. Además, como en botica, hay de todo.

El Palácio da Bolsa es uno de los edificios más importantes de Oporto, una sólida construcción de mediados del XIX que se levanta por encima de la Rúa do Infante Dom Henrique y junto a la iglesia de Sao Francisco, muy cerca de la Ribeira. El espectacular patio central o la escalera principal bien merecen una visita.

Pero, además, en su interior esconde - casi literalmente: no hay indicaciones y hay que preguntar en la entrada - el restaurante O Comercial, en el que antesala y sala están a la altura de la monumentalidad que los rodea. Por si fuera poco, entre las 12:30 y las 15:00 se sirve un menú Low Cost completo por tan solo quince euros. Aperitivo, primero, segundo, postre, copa de vino, agua y café; si llegas temprano y coges mesa junto a la ventana, con vistas a las bodegas en la orilla opuesta del río, pues qué te voy a contar.

La comida está buena, sin ser espectacular. Dos aceites para degustar con sus panes a modo de aperitivo, crema de verduras de primero y lulas grelhadas o pollo relleno con tabulé como principal; helado o crema de mango para los postres. Indudablemente, una relación calidad-precio difícil de mejorar sin apenas alejarse del cogollo turístico. Por las noches sirven un "jantar" degustación de siete platos por veinticinco euros más bebidas.

Pero, pero, pero. Pero no sé qué tienen los cogollos turísticos portugueses que siempre te dejas atrapar en uno de sus restaurantes. Es irresistible la atracción de la comida fuerte y aceitosa, de las mínimas mesas pegadas a las del vecino, de los laaargos tiempos para ser servidos y de los camareros que pasan olímpicamente de ti sin inmutarse. Forma parte del atractivo, y si además es en unas estrechas escaleras que trepan desde la Ribeira y te obligan - casi - a hacer equilibrios sobre tu taburete para no partirte la crisma, pues como que todavía mejor.

La Adega Sao Nicolau responde a ese prototipo de "restaurante tradicional" portugués en zona turística (aunque, en este caso, está ligeramente apartado del meollo en los soportales de Cais da Ribeira). Aún así, los mejillones que compartimos de entrante no estaban nada malos; al contrario, la salsa de aceite, ajo y perejil junto con el agua de su cocción les daban un sabor muy intenso. Luego, unos lomos de sardina empanados con arroz con tomate que se dejaban comer bastante bien. Más tarde, el plato fuerte (y tan fuerte): el bacalao a la manera de toda la vida, con mucho aceite, cebolla, pimiento y patatas enteras; rústico, potente. Postres caseros, cerveza, café y media jarra de vino blanco de la casa, veinticinco largos por cabeza.

En los otros extremos se encuentra el Shis. En el otro extremo por posicionamiento: frente a la adega turística, el restaurante chic para locales. En el otro extremo físcamente: de la Ribeira a la Foz do Douro. En el otro extremo en cuanto a presencia: de la bodega cutre al lugar de diseño sobre la playa.

Sin que la experiencia gastronómica resultara mala - salvo por el lentísimo servicio - lo que guardo en la memoria de la cena en el Shis es el marco, desde la decoración y el ambiente hata la maravillosa puesta de sol sobre el Atlántico. Arrancamos con un variado de sushi correcto y seguimos por un bacalao confitado con grelos bastante notable - según el siempre ponderado criterio de la Sra Foucellas - y unas lulinhas recheadas normalitas. Un postre para compartir, cafés, cerveza y un par de copas de uno de los descubrimientos del viaje: el alvarinho Soalheiro 2010, fresco y tropical (debo decir que, a la vuelta, paramos en El Corte Inglés de Gaia a comprar varias botellas). Un poquito menos de cuarenta euros por cabeza.

En fin, no desaconsejo cenar en el Shis, pero os empujaría más a tomar una cerveza, un cóctel o algo de picoteo (o las tres cosas) en su magnífica terraza al atardecer.

[O Comercial / Palacio da Bolsa - Rúa Ferreira Borges / Ubicación]

[Sao Nicolau / Rúa Sao Nicolau, 1 / Ubicación]

[Shis / Praia do Ourigo - Esplanada do Castelo / Ubicación]

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